¿Imaginas cómo sería la vida sin sartenes? A día de hoy nos parecería imposible prescindir de uno de los elementos más indispensables de nuestra cocina. Un elemento que ha ido modernizándose a lo largo de la historia.
Ya en la prehistoria algunas piedras con forma de cuenco servían para cocinar sobre el fuego. A ellas les sustituyeron planchas y sartenes rústicas de metal, que se sostenían sobre el fuego con cadenas o mediante un trípode.
Fueron los primeros romanos los que utilizaron el bronce para hacer las primeras sartenes más parecidas a las que conocemos hoy en día.
Fueron cambiando los materiales (incluso volvimos a la piedra cuando las primeras cocinas de pie vieron la luz), y las formas se fueron estilizando. Pero la gran revolución se produjo en los años 60 del pasado siglo, cuando se popularizaron las primeras sartenes antiadherentes de teflón.
Hoy en día, el teflón se sustituye por materiales que aumentan la antiadherencia y no tienen PFOA, como el granito. Es el caso de las sartenes SF3 Tacaná de Jata, en las que encontramos muchos de los últimos avances en sartenes, cosas que pocos cocineros y cocineras pensaron que existiría siglos atrás. Por ejemplo:
-El mencionado recubrimiento de Pfluon Granite, que permite una mayor antiadherencia, hasta el punto de que muchas comidas podremos cocinarlas incluso sin usar aceite.
-Una base difusora por inducción que distribuye el calor por toda la sartén, logrando una temperatura uniforme en la misma.
-Un mango ignífugo.
-Un exterior cubierto de silicona que permite altas temperaturas sin que la sartén se estropee, a la vez que ayuda a la distribución del calor.
-Y, una innovación menos actual pero no por ello menos importante, que también fue una pequeña revolución en su día: un cuerpo de aluminio forjado, lo que se traduce en una ligereza óptima, lejos de las pesadas sartenes de hierro de la antigüedad.
-La capacidad de adaptarse a todo tipo de cocinas, ya hablemos de fogones, vitrocerámica, inducción… ¡porque el resto de la cocina también ha tenido sus avances!
¡Cómo han cambiado las sartenes desde aquellos cuencos de piedra!
Me ha encantado el artículo. Había tantas cosas que no sabía sobre la sartén.